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Cómo tratar a un perro envenenado

Cómo tratar a un perro envenenado

Si has identificado los síntomas del envenenamiento en tu perro, le has aplicado los primeros auxilios pero no estás seguro de cuál podría ser la causa de la intoxicación, en Cachorros y Tecnología te contamos cómo tratar a un perro envenenado según el motivo, detallando los síntomas de cada tipo de intoxicación y tratamiento.
Sobre todo queremos recordar la gran importancia de la actuación de un veterinario en estos casos, ya que por mucho que podamos actuar y ayudar con primeros auxilios en el momento, un especialista debe revisar la salud de nuestro peludo envenenado y proceder cómo sea necesario en cada caso.
  Si eres dueño de un perro te interesará este artículo para saber cómo actuar y salvarle la vida a tu fiel amigo en caso de accidente. Aquí te damos información sobre los tratamientos necesario para el envenenamiento producido por distintas cosas tóxicas para los canes y algunos consejos sobre cómo administrar medicaciones y las dosis necesarias en cada caso.


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Tratamientos a seguir según la causa del envenenamiento en perros

En este apartado comentamos una serie de tratamientos y primeros auxilios para las causas más comunes de envenenamiento en perros, los cuales solo realizaremos si nuestro veterinario nos lo ha indicado o si de verdad no nos queda otra opción. Es mejor que estas medidas las realice un profesional a que lo hagamos nosotros mismos.

Medicamentos para humanos: La inmensa mayoría de medicamentos humanos cotidianos son tóxicos e incluso mortales para los perros. Solemos tener confianza en que nuestro compañero no tocará lo que no debe o no llegará a ciertos lugares donde podemos tener guardados los medicamentos, pero lo cierto es que no solo se intoxican ellos mismos ingiriendo por error estas sustancias, sino que a veces por desconocimiento les administramos alguno de estos medicamentos para bajarles la fiebre o calmarles otros síntomas. Esto último es un gran error por nuestra parte, ya que la mayoría de estas medicinas no están hechas para que las toleren los perros o los gatos y aunque administremos la dosis mínima o la indicada para niños, estaremos intoxicando a nuestras mascotas. Nunca mediques a tu mascota sin consultarlo con un veterinario. En caso de que nuestro perro ingiera alguna pastilla de estos medicamentos para personas debemos provocarle el vómito y llamar al veterinario. Estos son los medicamentos más comunes para nosotros pero que dañan la salud de nuestras mascotas gravemente e incluso les pueden provocar la muerte: 

  • Ácido acetil salicílico (Aspirina): Un analgésico y antipirético muy común para las personas, pero en los canes produce un efecto nefasto pasando por vómitos (a veces con sangre), hipertermia, respiración rápida, depresión e incluso la muerte.
  • Paracetamol (Gelocatil): Se trata de un antiinflamatorio y antipirético muy utilizado por la gente, pero que también resulta muy dañino para nuestras mascotas. Les daña el hígado, les oscurece las encías, les produce salivación, respiración rápida, depresión, orina oscura y puede ocasionar su muerte.
  • Vitamina A: Mucha gente tiene en casa complejos vitamínicos para evitar resfriados y otras enfermedades comunes, entre otras cosas. En estos complejos vitamínicos se incluye la Vitamina A. Además esta vitamina la encontramos en algunos complementos alimentarios y en alimentos como el hígado crudo, que a veces nos gusta dar a nuestras mascotas. La hipervitaminosis producida por esta vitamina da una serie de síntomas en nuestros animales domésticos como somnolencia, anorexia, rigidez del cuello y de las articulaciones, estreñimiento, pérdida de peso, además de unas posiciones algo extrañas como sentarse sobre las patas traseras pero elevar las patas delanteras o tumbarse pero dejando todo el peso sobre las extremidades sin llegar a relajarse.
  • Vitamina D: La vitamina D la encontramos también en complejos vitamínicos, además de en raticidas y en algunos alimentos. La hipervitaminosis D produce anorexia, depresión, vómitos, diarreas, polidipsia (sed extrema) y poliuria (micción muy frecuente y abundante). Esto es debido a las lesiones renales y hemorragias que se dan en el aparato digestivo y respiratorio.
Arsénico: El arsénico está presente en insecticidas, pesticidas y algunos venenos. Los síntomas más comunes son la diarrea aguda y a veces con algo de sangre, pulso débil, debilidad general, depresión y colapso cardiovascular. Esto se debe a la inflamación aguda que causa el arsénico en varios órganos internos como el hígado y los riñones. En este caso, si el veneno ha sido ingerido hace menos de dos horas por nuestro perro, el tratamiento de urgencia es la provocación del vómito, seguido de la administración oral de carbón activado y al cabo de una o dos horas administrar protectores gástricos como pectina o caolín.
Cianuro: Esta sustancia se encuentra principalmente en plantas, en algunos venenos y en fertilizantes. En el caso de nuestras mascotas el envenenamiento por cianuro se da más frecuentemente por la ingesta de plantas que contienen compuestos de cianuro, como el junco, las hojas de manzana, el maíz, el lino, el sorgo y el eucalipto. Otra forma muy común de que ingieran este veneno es cuando se comen algún roedor u otro animal muerto por raticidas y otros venenos contra plagas. Los síntomas suelen aparecer tras diez o quince minutos tras la ingesta y podemos observar un aumento de excitabilidad que rápidamente se torna en dificultades respiratorias, lo que puede acabar en asfixia. El tratamiento a seguir por un veterinario es la administración inmediata de nitrito de sodio.
Etilenglicol: Se utiliza como anticongelante en los circuitos de refrigeración de motores de combustión interna y comúnmente lo conocemos como el anticongelante para el coche. El sabor de este compuesto es dulce, cosa que atrae a más de un animal, sobre todo a los perros, y los lleva a consumirlo. Los síntomas son bastante rápidos tras la ingesta y puede darnos la sensación de que nuestro can está como borracho. Los síntomas son vómitos, signos neurológicos, estupor, pérdida del equilibrio y ataxia (dificultad de coordinación debida a problemas neurológicos). Lo que se debe hacer en este caso es inducir el vómito y dar carbón activado seguido de sulfato de sodio entre una y dos horas después de haberse ingerido el veneno.
Champú, jabón o detergente: La intoxicación por estas sustancias provoca una serie de síntomas más leves y más fáciles de tratar. Muchos de estos productos pueden contener sosa cáustica y otras sustancias corrosivas, por lo que nunca induciremos el vómito. Los síntomas que suelen mostrarse son mareos, exceso de salivación, letargo, vómitos y diarrea. En casos de que se haya ingerido mucha cantidad se agrava la situación y se pueden dar convulsiones, shock y coma. Si la cantidad ingerida es poca y el veterinario no nos indica lo contrario, una buena forma de ayudar al organismo de nuestro compañero intoxicado a tratar estos tóxicos es dándole leche, agua o una mezcla de ambas, ya que se unirán al producto tóxico ingerido evitando daños más graves. Los suavizantes para la ropa son altamente tóxicos por lo que deberemos llamar rápidamente a urgencias veterinarias y actuar cuanto antes.
Cloro y lejías: La gran mayoría de productos de limpieza que tenemos en casa contienen lejía y por lo tanto contienen cloro. A muchas de nuestras mascotas les gusta mordisquear las botellas de estos productos, beberse el agua del cubo de fregar que contiene estos productos mezclados, beberse el agua de las piscinas recién tratadas y bañarse en ellas. Los primeros síntomas que se presentan son mareos, salivación, vómitos, diarrea, anorexia y depresión. Como primeros auxilios administraremos leche o leche con agua a nuestro compañero intoxicado con una jeringuilla en la boca de forma pausada dejando que vaya tragando por sí mismo. Esto hará que la leche se una al cloro evitando más daños en nuestra mascota. Nunca debemos inducirle el vómito, ya que estará vomitando como resultado de la intoxicación y provocar más vómito sólo hará que lo debilitemos y dañemos más su tracto digestivo ya que la lejía, el cloro y los ácidos estomacales son corrosivos. En este caso no hay que administrar carbón activado puesto que no tendrá ningún efecto. En caso de que la intoxicación no se dé por ingesta sino que se dé por la piel, debemos bañar a nuestro amigo con un champú suave para perros, uno para cachorros es ideal, inmediatamente y enjuagarlo con agua tibia y abundante para que no queden restos. Tras el baño iremos al veterinario para asegurarnos de que no haya daños y ver qué más debemos hacer.

Flúor: Esta sustancia se encuentra en productos para la higiene bucal de los humanos, venenos para ratas y acaricidas ambientales. Debido a que el flúor es toxico para perros y gatos nunca debemos usar nuestra pasta dental para lavarles la boca. De hecho, se venden pastas dentales especiales para ellos con sabores diferentes y que no contienen flúor. Los síntomas son señales nerviosas, gastroenteritis, aumento del ritmo cardíaco y según el nivel de envenenamiento la muerte. En caso de envenenamiento severo se debe administrar al animal inmediatamente gluconato de calcio por vía intravenosa o hidróxido de magnesio o leche por vía oral para que estas sustancias se unan con los iones de flúor.
Brea de carbón: Esta sustancia tóxica se compone de diversos productos como los cresoles, la creosota, los fenoles y la brea. Se hallan en productos de limpieza caseros y otros productos. Este tipo de intoxicación provoca la estimulación del sistema nervioso, la debilitación del corazón y daños en el hígado, siendo los síntomas más visuales la debilidad, ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas debido al aumento de la bilirrubina), pérdida de coordinación, excesivo reposo estando echado e incluso estado de coma y según el nivel del envenenamiento la muerte. No existe un tratamiento específico. Pero en caso de haberse ingerido recientemente, se pueden administrar soluciones salinas y de carbón, seguido de claras de huevo para suavizar los efectos corrosivos del veneno.
Insecticidas: Se incluyen productos que contienen compuestos de hidrocarburos clorados, permetrinas o piretroides, carbamatos y organofosforados, todos tóxicos para nuestras mascotas. Los síntomas en este caso son micción frecuente, salivación excesiva, cólico, ataxia, dificultad para respirar y convulsiones. Los primeros auxilios serán la inducción del vómito con agua oxigenada al 3% seguido de la administración de carbón activado. De todas formas, lo mejor es llamar al veterinario urgentemente para que le administre al perro intoxicado el antídoto específico para el tipo de ingrediente activo que se halle en el insecticida que haya provocado el envenenamiento.
Cantáridas y otros insectos: La cantárida es un insecto llamado Lytta vesicatoria, también conocido como “mosca española” y que es de un color verde metalizado. Este insecto contiene un químico tóxico también llamado “cantárida”. Expulsa una sustancia muy irritante que causa vesículas en la piel y mucosas. Se sabe que cantidades pequeñas, por ejemplo entre 4 y 6 gr, son tóxicas para los gatos, así que para un perro medio se necesitan más gramos, pero tampoco muchos para provocar una intoxicación. Los síntomas que se muestran son depresión, dolores abdominales, oscurecimiento de las membranas mucosas, anorexia e irritación de los tractos digestivo y urinario. No existe un tratamiento específico, pero si detectamos pronto la intoxicación, el carbón activado puede ayudar. La dosis adecuada a administrar de carbón activado será la que especificamos en otro apartado más adelante y en caso de envenenamiento severo. Debemos saber que existen más insectos que pueden provocar intoxicación y alergias en nuestros canes.
Alcohol: En el caso de envenenamiento en perros por alcohol, los más comunes son el etanol (bebidas alcohólicas, alcohol desinfectante, la masa en fermentación y los elixires), el metanol (productos de limpieza como los limpiaparabrisas) y el alcohol isopropílico (alcohol desinfectante y aerosoles de antipulgas para mascotas hechos con alcohol). La dosis tóxica es entre 4 y 8 ml por kg de peso del animal afectado. El alcohol isopropílico es el doble de tóxico que el etanol. La intoxicación por este tipo de alcoholes es más común en nuestras mascotas a través de la absorción por la piel que por ingesta. Los síntomas se dan entre la primera media hora y una hora tras la intoxicación. Se observan diarrea, temblores, pérdida de la coordinación, vómitos, desorientación, dificultad para respirar y en los peores casos debido a esta insuficiencia respiratoria se acaba dando la muerte del animal. Como primeros auxilios deberemos proporcionar ventilación, por lo que moveremos al can intoxicado a un sitio exterior sin que le dé el sol directamente, y si la ingesta de alcoholes se ha dado recientemente se inducirá el vómito. No administraremos carbón activado ya que en este caso no serviría de nada. Seguidamente llamaremos o acudiremos al veterinario para que lo atienda y nos aseguremos de que ya pasó el peligro.
Bolitas de naftalina: Son algo muy tóxico para nuestras mascotas cuando las ingieren. Las sustancias que contienen estas bolitas afectan al hígado y al sistema nervioso central. Los síntomas que se dan principalmente son convulsiones y vómitos. Como los vómitos ya se están dando, nunca induciremos el vómito y llamaremos a urgencias veterinarias cuanto antes.


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Tratamientos a seguir ante envenenamiento por alimentos y plantas

Estos son alimentos que solemos comer muy a menudo las personas pero que son algunos de los alimentos más tóxicos para nuestros peludos:

  • Chocolate: El chocolate contiene un químico perteneciente a las metilxantinas, concretamente la teobromina. Esta sustancia en los humanos no produce ningún daño ya que tenemos enzimas que pueden metabolizarla y convertirla en otros elementos más seguros. Pero, los perros y los gatos no tienen estas enzimas por lo que con poca cantidad de chocolate ya se pueden intoxicar. Por lo tanto, se trata de un alimento humano que a nosotros nos puede encantar y por eso muchas veces les damos a nuestras mascotas como premio unos trozos de chocolate y esto es un grandísimo error. Debemos saber que en las tiendas para animales y clínicas veterinarias venden unos premios muy golosos para nuestros peludos, que son sucedáneos del chocolate pero que no contienen teobromina, por lo que están pensados especialmente para ellos. Cuanto más cacao contenga el chocolate que se haya comido nuestro can, más teobromina habrá en ese chocolate y más intoxicado resultará el perro. Los síntomas del envenenamiento por chocolate suelen darse entre seis y doce horas tras la ingesta de este. Los síntomas y señales principales son vómitos, salivación, sed insaciable, diarrea, inquietud y vientre hinchado. Al cabo de poco rato los síntomas progresan y se da hiperactividad, micción frecuente, bradicardia, taquicardia, dificultad respiratoria, temblores, insuficiencia cardíaca y respiratoria. El tratamiento de primeros auxilios en este caso es que en cuanto nos demos cuenta de la ingesta de chocolate por parte de nuestro perro, le induzcamos el vómito y le administremos carbón activado por vía oral. Si la ingesta del chocolate ya ha sido hace dos horas o más el vómito no será muy útil ya que el proceso de la digestión estomacal ya se habrá hecho. Por lo tanto, deberemos llevar a nuestra mascota intoxicada directamente a urgencias veterinarias para que se le realice el tratamiento de los síntomas inmediatamente con el material adecuado.
  • Pasas y uvas:Tanto las uvas como las pasas son tóxicas para los perros y fatales si se consumen en gran cantidad. Se sabe que en perros la dosis tóxica es de 32 g de pasas por cada kg de peso corporal y de 11 a 30 mg por kg de peso corporal en el caso de las uvas. El envenenamiento por estas frutas desarrolla una insuficiencia renal aguda que conduce a la muerte. Los síntomas incluyen vómitos, sed extrema, deshidratación, diarrea, debilidad, letargo, incapacidad de producir orina y finalmente una insuficiencia renal. Lo que debemos hacer en caso de sospecha de ingestión de uvas o pasas por parte de nuestro can, sobre todo si ese trata de una cantidad importante, es llamar al veterinario rápidamente e inducir el vómito a nuestro perro cuanto antes. En el veterinario, además de otras cosas necesarias, se le inducirá la micción mediante terapia intravenosa de fluidos.
  • Hongos silvestres: Es necesario informarse de qué tipo de hongo ha ingerido nuestro perro para saber seguro si resulta tóxico para él. Existen infinidad de setas y muchas pueden ser altamente tóxicas para nuestras mascotas. Uno de los hongos que más envenenamientos produce en nuestros perros es el Amanita phalloides, que es extremadamente tóxico. Los síntomas que se dan son vómitos, diarrea leve, otros problemas digestivos, trastornos neurológicos y problemas en el hígado. En cuanto veamos que nuestro compañero peludo se come un hongo silvestre tóxico para él, deberemos inducirle el vomito y seguidamente le daremos carbón activado.
  • Cebolla: La cebolla contiene un tóxico llamado tiosulfato. Los perros que suelen envenenarse por este componente de la cebolla es porque suelen comer cebolla de forma habitual en su dieta o bien han ingerido una gran cantidad de golpe. Este envenenamiento produce anemia hemolítica que se trata de una condición peligrosa ya que se van perdiendo las células sanguíneas a través de los vómitos y diarreas que se producen. Por lo tanto, si detectamos síntomas como diarreas y vómitos con sangre en nuestro perro que normalmente o casualmente ha ingerido gran cantidad de cebolla, debemos llevarlo de inmediato al veterinario donde se le harán pruebas y se le aplicará el tratamiento más adecuado junto con terapia de fluidos.
  • Ajo: El ajo contiene la misma toxina que la cebolla, es decir que contiene tiosulfato. En cambio resulta bueno utilizar un poco de ajo en cantidades muy pequeñas de vez en cuando como repelente natural contra las pulgas. De todas formas debemos tener mucho cuidado y en caso de detectar los síntomas ya sea por ajo o por cebolla actuaremos como hemos explicado antes.
  • Plantas: Existen muchas plantas que resultan tóxicas para nuestros perros además de las que hemos mencionado anteriormente que contienen cianuro. Los síntomas son muy variados pues dependerán de la planta ingerida y de la cantidad. Pero, generalmente, se dan vómitos y problemas en el sistema nervioso central. Según el tipo de planta y su tóxico, dependiendo de la cantidad ingerida por nuestra mascota, pueden darse estados comatosos y la muerte. Esta es una lista de las plantas más comunes que producen intoxicación en nuestos perros: tomate, espinacas, azalea, azafrán de otoño, aguacate y sus hojas, adelfa, actea, dulcamara, belladona, dedalera, cicuta y su versión acuática, tejo, lino de los valles, azucena, ricino, philodendron, narcisos, hiedras, ruibarbo, poinsettia, muérdago, las bayas del acebo, alfalfa, aloe vera (ingerido), amaryllis, semillas de manzana, albaricoque, helecho de espárrago, azafrán croco, ave del paraíso, caladium, lirio de agua, frijol casto, cerimán, cereza (semillas y hojas), eléboro negro, cineraria, clemátide, cordatum, planta de maíz, crotón, laurel cubano, ciclamino, dieffenbachia, dracaena, drago, orejas de elefantes, helecho esmeralda, geranio, planta de goma de la India, kalanchoe, lirio del valle, lillies, la madre en lengua de leyes, marihuana, muérdago, enredadera de campanilla, nephytis, solano, cebolla, durazno, cactus del lápiz, helecho plumose, flor de pascua, zumaque venenoso, roble venenoso, planta de la patata, prímula, rododendro, planta de queso suizo (tipo de philodendron), higo llorón, visteria.

Consejos sobre las dosis y las administraciones orales

A continuación os aconsejaremos sobre las diferentes formas de proporcionar los productos mencionados en apartados anteriores con la finalidad de tratar el envenenamiento en perros:

  • La forma más eficaz de que nuestro perro se trague una solución oral: Se trata de introducir la jeringuilla en el lateral, es decir entre los dientes y el carrillo del perro, para que le sea más difícil expulsar el líquido que le queremos administrar y más fácil tragarlo sin darse cuenta. Sobre todo, nunca echaremos todo el preparado de golpe, sino que debemos echar 1 ml despacio, esperar a que se trague el líquido y echar el siguiente ml.
  • Inducción del vómito: Debemos comprar en la farmacia o hacer en casa una solución de agua oxigenada al 3% y utilizar una jeringuilla infantil para administrar la solución de forma oral. Nunca debemos usar soluciones que tengan concentraciones más altas que un 3% de agua oxigenada como algunos productos para el pelo, pues dañaremos más a nuestra mascota. Para preparar esta solución y administrarla adecuadamente debes saber que la dosis de agua oxigenada al 3% es de 5 ml (1 cucharadita) por cada 2,25 kg de peso corporal y se administra siempre oralmente. Administra la dosis cada 10 minutos por un máximo de 3 dosis. Si podemos administrar esta solución oral inmediatamente después del envenenamiento, utilizaremos de 2 a 4 ml de esta solución de agua oxigenada al 3% por kg de peso corporal. También se puede inducir el vómito con agua con sal o con un poco de mostaza.
  • Carbón activado: La dosis normal es de 1 g de polvo seco por cada medio kilo de peso corporal. Se debe disolver el polvo del carbón activado en el menor volumen de agua posible para formar una especie de pasta espesa y utilizar la jeringuilla para administrarlo oralmente. Repetiremos esta dosis cada 2 a 3 horas por un total de 4 dosis. En caso de envenenamiento severo la dosis cambia de 2 a 8 g por kilo de peso corporal una vez cada 6 a 8 horas durante 3 a 5 días. Esta dosis puede mezclarse con agua y se administra con una jeringa de forma oral o con una sonda estomacal. El carbón activado lo venden en formato líquido ya diluido en agua, en polvo o en pastillas que podemos diluir nosotros en casa.
  • Leche o mezcla de leche con agua: Podemos darles leche sola o bien una dilución al 50% con agua cuando queremos que esta se ligue con ciertos venenos, por ejemplo con el flúor, y así el paso por el organismo sea menos dañino. Lo apropiado es una dosis de 10 a 15 ml por kilo de peso corporal o todo lo que el can intoxicado pueda consumir.
  • Pectina o caolín: Lo debe administrar el veterinario. La dosis indicada es de 1 a 2 g por kg de peso corporal cada 6 horas durante 5 o 7 días.
  • Nitrito de sodio: Lo debe administrar el veterinario. Se deben administrar 10 g en 100 ml de agua destilada o solución isotónica salina con una dosis de 20 mg por kg de peso corporal del animal afectado por el cianuro.
Este artículo es meramente informativo, en cachorrosytecnologia.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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