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¿Cómo saber si un perro tiene algo atorado en la garganta?

¿Qué hacer si lo veo tragarse algo que queda atorado?

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Antes de correr al veterinario, si tu perro tiene algo atorado en la garganta puedes probar estos consejos:

Dicho eso, algunos consejos podrían ser:

  • Ábrale la boca y observe dentro de ella si ve lo que puede estar causando la molestia. Hay veces que podremos sacarlo directamente con la mano, por lo que cerciórese de esta posibilidad. Esto dependerá sobre todo del tipo de objeto ingerido. Por ejemplo, si estamos ante una astilla, elemento metálico puntiagudo o similar, será mejor no forzar mucho y llevarlo directamente al especialista ya que podemos desgarrarle en un mal gesto y complicar las cosas más aún.
  • Otra opción será ponerlo boca abajo para ver si así consigue expulsar el objeto. Si es un perro pequeño, podremos cogerlo y ponerlo directamente boca abajo. En el caso de que nuestro perro fuera mayor, podríamos intentar cogerle las patas traseras y elevarlas al máximo posible. Si el perro se encontrara cómodo en esta posición, es posible que sea una acción que tenga más recorrido de lo que nos podamos pensar.
  • La famosa maniobra de Heimlich también puede resultar una acción exitosa. Para ello, nos tendremos que colocar detrás de nuestro perro. Sea de pie o de rodillas, le rodearemos con nuestros brazos y sostendremos con nuestras piernas sus patas. Una vez la fijación sea la correcta, haremos presión justo debajo de las costillas, en un ángulo interior hacia dentro y arriba. Haremos estas presiones con la intención de que se ponga a toser e incluso le entren arcadas. Lo ideal es que salive, y cuanto más lo haga mejor. Esto es simplemente ya que le cuanto más húmeda se encuentre la zona más fácil será conseguir deslizar el objeto y así, conseguir expulsarlo.
  • Como hemos dicho, en todo caso, y aunque consigamos completar con éxito nuestra misión, deberemos acudir al veterinario. Él le realizará una inspección completa y comprobará que efectivamente el problema ha terminado sin lesiones importantes o necesitadas de tener en cuenta. Igualmente, si ninguna de estas soluciones dan el resultado esperado, acudiremos rápidamente al veterinario sin pensarlo mucho para la que el problema no se complique y vaya a más.
  • Abrirle la boca inmediatamente para observar toda la cavidad y ver si podemos extraerlo manualmente. Dependerá mucho de qué tipo de objeto haya tragado para realizar tú esta maniobra o acudir directamente al veterinario. De esta forma, no es recomendable extraer objetos que tengan puntas o bordes filosos como huesos astillados, agujas, tijeras, etc.
  • Si se trata de un perro pequeño podemos ponerlo boca abajo cuando intentamos quitar el objeto. En el caso de perros grandes, elevar las patas traseras será de gran ayuda.
  • Maniobra de Heimlich: nos colocamos detrás del perro, de pie o arrodillados, lo rodeamos con los brazos y aguantamos las patas con nuestras piernas. Presionamos detrás de las costillas hacia adentro y hacia arriba, para que comience a toser o a tener arcadas. Cuanto más salive mejor, ya que será más fácil que se deslice el objeto y pueda expulsarlo.
  • Aunque saquemos el objeto por cualquiera de estas técnicas, debemos ir a nuestro veterinario para evaluar lesiones y posibles tratamientos.
La ingestión de cualquier objeto puede acarrear a nuestro animal serios problemas digestivos. Por ello, debemos considerar según el tipo de objeto ingerido cuáles serán los posibles daños a los que nos enfrentaremos. Puede tratarse de algún alimento o planta que le siente mal y presentar ciertos signos característicos como:
  • Sialorrea (hipersalivación).
  • Vómitos y/o diarreas.
  • Apatía y desgano.
  • Falta de apetito y/o de sed.

Qué debe tener un botiquín de primeros auxilios para perros

 Los primeros auxilios pueden definirse como una atención inmediata ante una situación que merma la salud de nuestra mascota, obviamente, es muy importante que entendamos que esta atención está destinada a dar una primera respuesta, pero bajo ningún concepto a sustituir la atención veterinaria.

1. Suero fisiológico

El suero fisiológico es la mejor solución para limpiar las heridas y los ojos del perro, por lo tanto, resulta imprescindible en el botiquín ya que lo emplearemos cuando se haya producido cualquier herida o afección ocular.
Para una óptima conservación del suero te recomendamos que adquieras envases monodosis, los cuales contienen aproximadamente 5 ml de suero y son empleados para una única aplicación.
El suero fisiológico tiene una determinada conservación, debes estar pendiente a la fecha de caducidad y cambiarlo cuando así sea necesario.

2. Jabón neutro e hipoalergénico

Cuando se produce una herida, lo más importante que debes tener en cuenta es que no se puede proceder a la desinfección sin una limpieza previa.
Para limpiar una herida antes de desinfectarla puedes optar por diversos productos, es imprescindible que al menos dispongas de uno de ellos en el botiquín:
  • Jabón neutro e hipoalergénico apto para mascotas
  • Pastilla de jabón de vaselina
  • Pastilla de jabón de coco

3. Digluconato de clorhexidina

Es un desinfectante excelente como alternativa al alcohol, al yodo y al agua oxigenada, en comparación con estos, el digluconato de clorhexidina resulta un producto muy suave que desinfecta sin irritar la piel.
Puedes encontrarlo en diversas formas farmacéuticas, desde el gel hasta la loción, no obstante, la más recomendable y fácil de aplicar es el spray. Debes aplicar este producto una vez hayas limpiado la herida y repetir la aplicación con cada cura.


4. Gel de aloe vera puro

A no ser que dispongas de plantas de aloe vera en tu hogar, el gel de aloe vera puro de calidad humana debe ser un imprescindible en el botiquín de primeros auxilios para tu mascota.
Se trata de un producto idóneo para cualquier irritación de la piel o dermatitis, aunque también posee una importante acción reparadora de la piel, por lo tanto, es un excelente tratamiento en la cicatrización de heridas o quemaduras.


5. Vendas, gasas y esparadrapo

Las vendas y gasas de algodón (preferiblemente estériles) son necesarias en la cura de heridas, ya que no sólo permiten el vendaje en aquellos casos en los que sea necesario, sino que además estos productos son imprescindibles para poder crear un apósito casero.
Para ello también necesitaremos esparadrapo, debe ser de tejido hipoalergénico para que el pelaje de nuestra mascota pueda tolerarlo sin problema alguno.


6. Material de cura y medición

Los siguientes materiales son imprescindibles para poder llevar a cabo los primeros auxilios de forma adecuada:
  • Termómetro: Debe ser apto para uso veterinario, resistente e irrompible, ya que la temperatura deberá medirse por vía rectal.
  • Pinzas: Necesarias para retirar garrapatas, espigas u otros cuerpos extraños.
  • Tijeras de punta roma: Son tijeras con la punta redonda y son necesarias para poder cortar las vendas y gasas.
  • Jeringuilla de plástico: Necesaria para aplicar líquidos o medicamentos.
  • Toallas: Una toalla de algodón resultará imprescindible para aplicar frío a través de compresas en caso de inflamaciones o golpe de calor.

Primeros auxilios ante un envenenamiento en un perro

 Síntomas generales del envenenamiento en perros

En caso de envenenamiento los síntomas pueden aparecer rápidamente o tardar horas, además son muy variados ya que dependerán de la sustancia que haya provocado la intoxicación y de la cantidad. Algunos de los síntomas más comunes son los siguientes:
  • Vómitos y diarreas incluso con sangre
  • Dolor intenso con quejidos (lloriqueos)
  • Depresión y debilidad
  • Tos y estornudos
  • Pupilas dilatadas
  • Temblores, espasmos musculares involuntarios y convulsiones
  • Nerviosismo
  • Mareos
  • Rigidez muscular
  • Desorientación
  • Parálisis de alguna zona afectada o del cuerpo entero
  • Somnolencia intensa o letargo
  • Excitabilidad e hiperactividad repentina
  • Colapso e inconsciencia
  • Debilidad y fiebre
  • Salivación excesiva
  • Hemorragias por diversos orificios
  • Problemas respiratorios y cardíacos
  • Dificultad de coordinación de las extremidades por problemas neurológicos (ataxia)
  • Apatía
  • Oscurecimiento de las mucosas en algunos casos
  • Exceso de sed (polidipsia)
  • Micción muy frecuente (poliuria)
  • Irritación gástrica
  • Inflamación, irritación, sarpullido y marcas en la piel
  • Pérdida de apetito y anorexia
En cuanto detectemos algunos de estos síntomas debemos actuar rápidamente y llamar a urgencias veterinarias.

 

Cuando se da envenenamiento o intoxicación en nuestras mascotas debemos acudir o llamar rápidamente a nuestro veterinario de confianza o a las urgencias veterinarias. Pero, ¿sabíais que existen algunas cosas que podemos hacer nosotros mismos como primeros auxilios mientras el veterinario está en camino? Eso sí, debemos hacerlo solo si el especialista no nos lo contradice y según el origen del envenenamiento. Esta actuación rápida, puede salvarle la vida a nuestro fiel compañero.
En cuanto detectemos síntomas de los anteriormente descritos, si es posible con la ayuda de alguien, debemos por un lado llamar al veterinario e informarlo de todos los indicios que podemos observar, como el estado del animal, los síntomas, el posible veneno causante del problema, sus compuestos, envases, etiquetas y todo lo posible. Además, deberemos atender los síntomas de nuestro perro intoxicado según el origen del envenenamiento y el resto de indicios. Debemos mantener la calma y actuar rápidamente pensando que en estos casos el tiempo es oro.
Estos son los pasos más comunes a seguir ante una intoxicación en nuestras mascotas:

  1. En caso de que nuestro can esté muy débil, casi desmayado, inconsciente o bien sepamos que la intoxicación se ha dado por inhalación, lo primero que debemos hacer es sacarlo a una zona abierta, ventilada e iluminada. Así podremos observar mejor cualquier síntoma y ofrecerle aire fresco a nuestro perro. Para levantarlo debemos tener cuidado y hacerlo de forma que cojamos todo el cuerpo firmemente. Si no disponemos de zona exterior, una zona como el baño o la cocina suele estar bien iluminada y tener agua a mano, la cual muy probablemente necesitemos.
  2. Por otro lado, deberemos retirar con cuidado el veneno que veamos a la vista para evitar que otras mascotas o personas que estén cerca se intoxiquen también. Tendremos que guardar una muestra para que le sirva al veterinario en su diagnóstico.
  3. Mientras nosotros hacemos lo anterior, otra persona puede contactar con el veterinario. Si estamos solos lo haremos seguidamente tras estabilizar un poco al perro, retirar el veneno localizado y guardar una muestra. El especialista nos ayudará a conservar la calma y centrarnos. Cuanto antes llamemos al veterinario más probabilidades de supervivencia tendrá nuestro can.
  4. Si hemos podido identificar el veneno debemos darle el máximo de información al veterinario como el nombre del producto, su principio activo, la potencia, la cantidad que más o menos haya podido ingerir el animal y el tiempo que puede que haya pasado desde que lo hizo. Cuantas más indicaciones, dependiendo del tipo de tóxico que haya producido el envenenamiento, más posibilidades de supervivencia.
  5. El veterinario nos indicará qué primeros auxilios podemos aplicar y cuáles no, según el veneno identificado. Por ejemplo, una de las primeras acciones que debemos hacer en caso de ingesta de algún veneno es provocar el vómito, pero debemos saber que nunca lo haremos si el perro está inconsciente o desmayado ni si el veneno ingerido es un corrosivo. En caso de hacerlo estando el perro inconsciente podemos provocar que aspire el vómito y vaya a su sistema respiratorio provocando una neumonía. Además, en caso de ser una sustancia corrosiva el veneno que lo ha intoxicado, lo único que lograremos si lo hacemos vomitar será una segunda quemadura cáustica en el tracto digestivo, la faringe y la boca del animal, empeorando su situación. Si el tóxico ha sido ingerido hace dos horas o más será bastante inútil que provoquemos el vómito ya que la digestión estará muy avanzada o terminada. Por lo tanto, solo induciremos el vómito si el animal no está inconsciente, si sabemos con seguridad que la sustancia no es un corrosivo como un ácido o álcalis y en caso de que la ingesta haga menos de dos horas que se produjo.
  6. No debemos darles agua, comida, leche, aceites o ningún otro remedio casero hasta que no sepamos con certeza qué veneno ingirió y cómo proceder, por eso será mejor esperar a que lo indique nuestro veterinario mientras le proporcionamos el máximo de información. Esto es debido a que en caso de no saber bien a qué nos enfrentamos cualquiera de estos remedios caseros podría producir un efecto contrario al que esperamos y empeorar el estado de nuestro fiel compañero.
  7. Si se decide que debido a las circunstancias debemos hacer vomitar al animal envenenado debemos seguir unas pautas apropiadas para la inducción del vómito y así evitar daños innecesarios durante el proceso. Estas pautas las comentaremos más adelante en otro artículo llamado "Cómo tratar a un perro envenenado".
  8. Una vez provocado el vómito habremos conseguido expulsar parte del veneno del cuerpo de nuestro perro, pero aún así, una parte del veneno habrá sido absorbida por el intestino y por eso debemos intentar que se reduzca el avance de esta absorción del tóxico. Esto se puede conseguir con carbón activado, del cual hablaremos en el artículo mencionado en el punto anterior y explicaremos cómo administrar.
  9. Si la contaminación no se ha producido por ingestión, sino que se ha dado por vía tópica o cutánea, una intoxicación con polvo o sustancia oleosa que se ha adherido al pelaje de nuestro can, deberemos sacudir el polvo con un cepillado intenso y realizar un baño con agua tibia abundante utilizando algún jabón que retire bien las sustancias oleosas. Si aún así no conseguimos retirar el tóxico del pelaje, deberemos cortar ese trozo de pelo, ya que es mejor eliminarlo así que lamentar que nuestro perro empeore o se contamine de nuevo.
  10. Si la intoxicación se da por contacto con las mucosas, la piel y los ojos deberemos bañar con agua abundante la zona afectada para retirar el máximo posible de sustancia nociva.
  11. En caso de que el can afectado ya esté despierto y algo menos aturdido, y el veterinario no nos indique lo contrario, será bueno darle de beber agua fresca ya que muchos venenos de los que suelen ingerir los perros por accidente afectan a los riñones y al hígado. Dándoles agua reduciremos un poco el impacto en estos órganos. Si no la beben ellos mismos se la podemos administrar con una jeringuilla lentamente en la boca.

Este artículo es meramente informativo, en www.cachorrosytecnologia.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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